Espacio vibracion
 
 

Un espacio de práctica del Shivaísmo de Cachemira

 
 
 
 

Fui a todos lados con anhelo

en mis ojos, hasta que aquí

en mi propia casa

Sentí la verdad

llenando mi mirada.

Lalla, maestra cachemira del siglo XIV.

poema traducido del ingles, edicion de coleman barks

 
 
 
 

Todo en este universo esta formado por espacio y vibración

La práctica continua nos abre a experimentarlo

Normalmente llegamos a una vía espiritual cuando estamos en una crisis, cuando lo que visualizábamos como nuestra vida de repente desaparece produciendo una profunda desorientación o una sensación de pérdida del camino. Normalmente vemos el camino como una vía externa que necesitamos recorrer: más títulos, más puestos, más aceptación social. Pero cuando la fórmula que hemos aprendido empieza a fallar y a pesar de tener más credenciales no nos sentimos tranquilos, sentimos que algo nos falta, la búsqueda se invierte hacia nuestro interior. Surgen las preguntas y la necesidad de encontrar algo que nos haga recobrar el sentido de estar vivos.

Muchas veces es ahí cuando encontramos una práctica, un maestro o una maestra, que nos acompañe en el camino de regreso a nosotros mismos, que es el único camino verdadero hacia la plenitud. Cuando invertimos la búsqueda empezamos a descubrir que estamos completos tal como somos y no necesitamos añadir ni quitar nada para ser nosotros mismos. Es un proceso de desidentificación de las creencias aprendidas desde nuestros primeros momentos de vida para abrirnos a la espontaneidad del presente, fresco y siempre cambiante.

La práctica del Tantra Shivaíta de Cachemira, una práctica ancestral del norte de India, nos abre la posibilidad de entrar al camino de regreso a nosotros mismos, al corazón de todo lo que existe que es el espacio absoluto en donde no hay dualidad, no hay separación entre nosotros y el tejido del cosmos. En la experiencia del espacio y la vibración, inherente a todo lo que existe, nos descubrimos igual al cosmos.

 
 
 

Cuando alineamos nuestro cuerpo,

nos sintonizamos a la sinfonía del cosmos

 
 
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El encuentro

Desde el primer encuentro que tuve con mi maestro, Daniel Odier, él dijo en sus enseñanzas que la práctica se transmite por el cuerpo. Yo lo supe desde la primera vez que medité en su presencia cuando sin decir una sola palabra él cerró sus ojos y yo, al imitarlo, sentí un golpe de energía en el centro de mi corazón que se expandió en intensa vibración por mis brazos, piernas e inundó todo mi cuerpo. En un instante me sentí completamente amada. Abrí los ojos sabiendo que me encontraba frente a un maestro de verdad.

Jamás imaginé que mi encuentro con Daniel cambiaría por completo el rumbo de mi vida. En mayo de 2008 recibí de él la transmisión del Mahamudra, “La visión desnuda de la naturaleza de la mente”, que en sus propias palabras comparó con “la salida de la madriguera”. Recibí de él el regalo más preciado al que cualquier ser humano puede aspirar, la puerta de salida hacia la liberación.